La insistente publicidad de Apple sobre las ventajas del Icloud, aún para los más escépticos, son válidas. La herramienta es atractiva y simplifica las cosas, aunque como todo en la vida hay cosas que no son gratis.
La palabra nube genera muchos debates en el mundo de la informática por la gestión y seguridad de los datos, pero en el caso de Apple, cuando se trata de esparcimiento, el término tiene un significado de facilidad.
¿La razón? El Icloud permite al usuario almacenar, actualizar y compartir cualquier tipo de información en la nube con dispositivos como el Iphone, Ipad y Ipod, sin olvidar a las célebres computadoras Mac.
La difusión de contenido es fácil, se envía una invitación a alguien y la persona puede ver lo que hay en “el disco virtual” del Icloud, la conexión se realiza de forma inalámbrica y el almacenamiento de la información, media vez se le otorgue el aval, se hace en automático.
El único inconveniente con esta herramienta es que la música, las fotos en streaming, los apps y los libros no están incluidos en la cuota de almacenamiento gratuito que ofrece Apple, en la actualidad es de 5 gigabytes.